El impago de un alquiler por parte de un inquilino genera dos cosas: preocupación y una intensa necesidad de actuar cuanto antes. Y nos parece lo más normal. Cuando nos enfrentamos a este tipo de situaciones, el burofax es una de las herramientas más utilizadas por los arrendadores para reclamar de manera formal la resolución del problema. Sin embargo, existen muchas dudas y falsas creencias en torno a su uso, así que desde D.I.O. Express, tu empresa de desokupación a nivel nacional, te explicamos qué hay de cierto y qué no para que puedas manejar este recurso con eficacia.
¿Es obligatorio enviar un burofax antes del desahucio?
Uno de los mitos más comunes es pensar que el burofax es obligatorio antes de interponer una demanda de desahucio. La realidad es que la Ley de Arrendamientos Urbanos no lo exige. Es decir, se puede acudir directamente al juzgado, aunque enviar un burofax tiene ventajas claras: deja constancia del requerimiento, puede facilitar la resolución del conflicto y evitar problemas de prueba.
¿El burofax garantiza el cobro de la deuda?
Otro error frecuente es creer que el burofax asegura el pago del alquiler atrasado. No es así. Su función principal es servir como prueba de que el arrendador reclamó formalmente la deuda, elemento que resultaría clave en un proceso judicial. El pago dependerá siempre de la voluntad del inquilino o de la ejecución de una sentencia.
¿Qué ocurre si el inquilino no lo recoge?
Existe la idea de que un burofax no tiene valor si el destinatario no lo recoge. Pero lo cierto es que el Tribunal Supremo ha dejado claro que sí lo tiene, siempre que quede demostrado que estuvo a su disposición y que la negativa a recibirlo fue responsabilidad del inquilino. Esto convierte al burofax en una herramienta sólida, incluso ante intentos de eludir la notificación.
¿Es el único medio válido de comunicación?
Aunque este procedimiento es el medio más utilizado por su valor probatorio —constancia de envío, recepción y contenido—, no es la única vía posible. Existen otras formas de comunicación formal que también pueden ser válidas, pero el burofax reduce el margen de discusión legal y aporta seguridad en caso de juicio.
Verdades y utilidad práctica
· Interrumpe la prescripción de la deuda (que en España es de cinco años).
· Especifica de manera clara la cantidad adeudada.
· Da la oportunidad al arrendador de impedir la enervación del desahucio si se actúa en plazo.
Errores frecuentes a evitar
· Enviar un burofax sin detallar meses ni cantidades.
· No certificar el contenido o el acuse de recibo, puesto que el documento pierde valor legal.
· No fijar un plazo concreto de pago, ya que limita su efectividad a la hora de reclamar judicialmente.
En definitiva, el burofax no es obligatorio en un procedimiento de desahucio, pero sí es una herramienta muy útil para reforzar la posición del arrendador. Si lo necesitas, desde D.I.O. Express ponemos a tu disposición la experiencia de nuestro equipo jurídico, o bien contacta con nosotros si el problema ya se ha enquistado y quieres iniciar una desokupación express con todas las garantías legales.